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miércoles, 18 de julio de 2012

16 de julio. Wuwei-Tianzhu. "El viejo taoista que perdio su caballo"


A raiz de los últimos acontecimientos y de otros de más allá, ha estado viniendo a mi mente un antiguo cuento taoista que habla de lo relativo de las cosas, en concreto de la buena y de la mala suerte, que quiero compartir con vosotros. Le he pedido a mi amigo del alma Jordi Vilà, (que si hay alguien en España que tiene todo lo que suene a chino, es él,...creo que tiene hasta el primer diente de leche de Bruce Lee) que me lo busque y tal cual me lo ha enviado yo os lo paso:



"Había en un fuerte fronterizo del norte un viejo que entendía de taoísmo. Un día perdió su caballo, que se metió en las tierras de los bárbaros Hu. Sus vecinos lo visitaron para condolerse y él les dijo: “¿Cómo sabéis que es mala suerte?

Al cabo de unos cuantos meses, el caballo volvió con algunos hermosos caballos de la raza Hu y la gente felicitó al viejo. Éste les dijo: “¿Cómo sabéis que es buena suerte?”

Con tantos caballos, comenzó para él una era de prosperidad. Su hijo se rompió un día las dos piernas cabalgando y la gente se presentó para condolerse de nuevo. “¿Cómo sabéis que es mala suerte?”, les preguntó el anciano.

Los bárbaros Hu atacaron un día el fuerte fronterizo. Todos los jóvenes combatieron con flechas para defenderlo y nueve de cada diez murieron. Como el hijo del anciano era un inválido, los dos escaparon sin daño alguno".



Me levanto temprano cojo la bici sin las alforjas, (que pido al hotel que me las guarden hasta el medio día) y salgo hacia el parque Leitai al norte de la ciudad. Allí se encuentra la tumba de la dinastía Han, un museo con reliquias de la época, entre ellas el dichoso (y precioso) "Caballo que pisa una golondrina volando", de bronze y en la entrada al museo un monumento impresionante de un ejercito tamaño real encabezado por el caballito de marrás.

Salgo de allí y voy al Templo Budista Luoshi ( a escasos 500mts). No puedo parar de hacerle fotos a esta preciosidad de templo. Que colorido, que ornamentación, que filigranas en las columnas y el los techos...



Me queda la última visita y es al Templo de Confucio, el más grande instituto de Confucianismo del Hexi Corridor. Numerosas salas con valiosas colecciones sobre Confucio, jardínes, puentes, pasadizos...un laberinto de paz y serenidad. Llego hasta un rincón atraído por la música y me encuentro a un señor haciendo Tai Chi. Lo observo y lo fotografío. En un momento de descanso le digo que hace 20 años yo gané un campeonato del Mundo de Kung Fu (y le enseño la clasificación en un documento en chino, que me ha encontrado Jordi Vilà) y el hombre flipa pepinillos chinos. Nos hacemos una foto y lo dejo practicando...para la galería.

Vuelvo al hotel, recojo y cargo alforjas y salgo dirección Tianshui. Por delante 140 km de los cuales 100km son de subida constante y los últimos 40km de bajada constante. Por suerte el viento sopla ligeramente a mi favor. A los 20km de dejar Wuwei me desvio para ver un templo donde se unen Tibet y China. Centenares de stupas (monumentos en forma de peonza al revés, que contienen relíquias de la religión budista). En una hora ya me he cansado de ver Stupas y reemprendo la marcha.

No esperaba yo encontrarme con un puerto con las famosas "Z" que van escalando la montaña. Los camiones van rebufando humo y los voy adelantando en cuanto se atascan en la subida. El paisaje ha cambiado como de la noche al día. Si ayer aún veía desierto y sentia calor, hoy a dado paso al verde pasto y tengo hasta frio. Amenaza lluvia así que, me meto en una casa de comidas a tomar un té y unos clientes me invitan a la cerveza "no fria" (aquí la beben natural y en vasito de cortado...lo que se pierden).

Se me hace de noche al llegar a Tianshu. Me creía que era una ciudad algo más grande pero no deja de ser un pueblo estirado. El único hotel es un cuchitril sin ducha. Me instalo, mato una garrapata y me bajo a cenar algo en la casa de comidas de al lado. Me hacen un arroz tres delicias que me sienta de maravilla. Me acuesto con la pegajosa sensación del que no se ha duchado despues de 140km.



Lo peor: Hoy ha sido un día casi perfecto...una duchita hubiera sido la re-ostia.

Lo mejor: Wuwei entra de cabeza a la lista de lugares que han impresionado a mi mitocondria.



Hoy se me han removido los cimientos marciales al ver al practicante de Tai Chi y quiero dedicar esta etapa a uno de los lugares donde más horas he disfrutado de este deporte, el Gimnasio Ki-hop de mi amigo Javier Salas.



Distancia:144km Tiempo: 7h 15min. Vel.media: 19,2 Vel.max: 57,5



Y ahora mi versión del cuento del viejo que perdió su caballo:



"Había en un fuerte fronterizo del norte un viejo taoista. Un día perdió su caballo y sus vecinos lo visitaron para condolerse y él les dijo: "¿Cómo sabéis que es mala suerte?"

Esa noche el caballo pisoteó los campos de cultivo de los vecinos, echando a perder toda la cosecha de ese año. Los vecinos vinieron a quejarse al viejo: Éste les dijo (temblándole la voz): "¿Có...có...cómo sabéis que es mala suerte? Los vecinos volvieron a sus casas no muy convencidos.

La siguiente noche, el caballo, al que aún no habián encontrado, se cagó en el pozo de agua contaminando la reserva de agua del fuerte. Los vecinos enardecidos acudieron a pedir responsabilidades al viejo y este les dijo (cayéndole una lagrimilla): "¿Cómo sabeis que es mala suerte?" Un vecino airado agarrando del cuello al viejo gritó: "Lo mato! agarrarme que mato al preguntitas!".

Sin comida ni agua la situación en el fuerte se dramatizó y la tensión entre los vecinos y el viejo taoista llegó a los oídos del emperador y él mismo, en persona, quiso mediar paz entre ellos.

Estaban llegando a un acuerdo cuando de repente apareció el caballo. El viejo le dió un manotazo en el culo y el caballo asustado soltó una coz con tan mala suerte que le dió en el pecho al emperador matándolo en el acto. Lo vecinos que lo presenciaron todo se echaron las manos a la cabeza ante esta nueva desgracia. El viejo nervioso les dijo:"¿Como sabéis que es mala suerte...eh? Además, no esta muerto mira... (cogiendole un brazo y moviendole la boca con la mano e imitando la voz del Emperador): "Hola vecinos, que no estoy muerto, que me ha entrado un sueñecito y..." Los vecinos abatidos y negando con la cabeza se vuelven a sus casas...."Esperar no os vayais...(el viejo todavía con voz de emperador) ...un poco de gua del pozo me sentará bien."

El general de los bárbaros Hu al enterarse de la noticia vió su gran oportunidad para hacerse con el control del fuerte. Después de una encarnizada lucha el fuerte cayó en manos de los Hu. Los vecinos antes de rendirse acudierón a la casa del viejo taoista a lincharlo y sólo encontraron el caballo tumbado en el camastro del viejo y una nota encima de la mesa que decía (la dejo en chino tradicional para mayor veracidad): "ilos a tomal pol culo vosotlos y el caballo".



¿Y porqué no?








1 comentario:

  1. Etapa, remanso de paz espiritual, tai-chi, no se que tal lo tocas, pero te aseguro que en el kung-fu, eras el puto amo.
    Ala despues de la enjabonada que te acabobde meter, salut i sort.

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