Seleccionar idioma

jueves, 24 de mayo de 2012

23 de mayo. TEHRAN. "Una voluntad contra mil obstaculos"


Me ha dado un vuelco al corazón cuando he visto en la ventanilla de la oficina de Asuntos Exteriores al mismo garrulo de ayer...el del "tomorrow". La verdad que la estación de policía de asuntos exteriores no es un lugar agradable como para traer a la familia de vacaciones. Pasas dos controles, con policías poco cariñosos, bueno, menos el que te cachea a consciencia...un segundo más sobandome y le invito a cenar. Otro poli me dice que deje el móvil en el mostrador. Si, ahora mismo, el iphone lo voy a dejar contigo, lo llevas claro,...me hago el sordo y me lo guardo en el bolsillo. Insiste pero me doy la vuelta y voy hacia la sección de visas.


El poli garrulo me da los formularios y un boli, me dice que los rellene y que vaya al banco a ingresar 300.000 Rials y que vuelva. Para rellenar el formulario necesito encender el móvil en la sala repleta de polis y sacar la dirección de casa de Said. Al enchufarlo suena un mensaje. Lo silencio lo más rápido que puedo, pero unas señoras me han visto. Ahora me imagino que empezaran a gritar: "Ese, ese de ahí tiene un móvil...a por él!". Pero pasan de mi. Me voy al banco,  y me salto el sistema de turnos (porque todos los bancos estan abarrotados de gente y mínimo te tiras una hora para una gestión). Vuelvo a la oficina y el garrulo, que ya lo va siendo menos,  es cada vez es más enrollado, me dice que pase al despacho del coronel. El coronel esta tomándose un te con un platito de frutos secos. Me recuerda a esos coroneles del bando de los malos de la pelis de acción. Sin mirarme a la cara y con actitud caciqueña (me parece que me acavo de inventar esa palabra) me pregunta que si con once días de ampliación tengo suficiente. Le digo que hasta con siete me hace feliz. Firma un papel y me lo entrega sin mirarme a la cara. El garrulo, ya me sonríe y me dice que espere diez minutos y me lo da.

Rasoom el taxista enrollao
Salgo de la oficina de asuntos exteriores reviso el pasaporte y me han dado hasta el día 22 de junio, veintidós días!! a esta policía no hay quien la entienda. En ese instante, una idea acude a mi mente; dispongo de 10 días para ir hasta Mashaad y recoger el visado de Turkmenistan...tengo tiempo de sobras hasta para sacarme el visado de Kyrguistan y salir de Irán con todos los visados en mi pasaporte. De esta manera no tendría que perder otra semana en Tashkent (Uzbekistan). Y aquí por lo menos ya tengo la carta de presentación de la embajada española y tengo lo más importante, tiempo. Ni corto ni perezoso cojo un taxi y me planto en la embajada de Kyrguistan. Le entrego los papeles y me da la dirección de un banco donde tengo que ingresar 65€ si lo quiero en una semana o 115€ si lo quiero en 3 o 4 días. El banco está a unos cuantos kilometros y tengo que coger un taxi. Me voy hasta la calle Pasdaran y allí cojo uno. Me lleva hasta el banco y a la hora de pagar al taxista no tiene cambio de medio millón de rials y le digo que cambio en el banco y le pago. En el banco me hacen subir a una oficina y me tienen 20 minutos. Sufro por el taxista que se pensará que me he ido sin pagar. Salgo del banco esperando no encontrar al taxista y me estaba esperando. Me deshago en disculpas pero él no le da importancia. Le pido si me puede llevar de vuelta hasta la embajada y acepta. Hay muchísimo tráfico y nos da tiempo de hablar de deportes, hijos y trabajos de los hijos...Me dice que después me invita a comer en su casa. Llego a la embajada entrego el comprobante y salgo. Vamos a comer y le digo que le invito yo a comer en un restaurante. Paramos en uno y nos comemos un Chelow Kabab, el plato nacional de Irán, consistente en una tira de carne echa a la brasa y acompañada de tomate a la brasa y arroz basmati. Simple pero delicioso. Le pido si me puede llevar a casa. Al llegar le pregunto cuanto le debo por lo que ha sido más que una carrera, ha sido una dedicación a mis asuntos. Me dice que lo que considere oportuno. Le doy 250.000R y me quiere devolver 150.000R. No acepto, nos hacemos una foto y me da su numero de teléfono. Cuando tenga que recoger el visado el próximo lunes lo llamaré sin duda.



Y el mismo lunes pretendo salir hacia Mashhad y recoger el de Turkmenistan (eso si ya tienen arreglado el satélite).


Me voy a mi coffenet de costumbre para chequear los mails y la cuenta corriente...Las divisas con las que entré en Irán se me están acabando y no tengo manera humana de acceder a mi dinero en el banco (las targetas no funcionan y los bancos no hacen "transfusiones"...vamos a ver como me las apaño hasta que entre en Turkmenistan, y una vez allí tampoco tengo claro que pueda acceder a mi cuenta). Se presenta interesante mi entrada en Asia Central.



Lo peor: Los caciques (menos el ron) todos al pelotón de fusilamiento.

Lo mejor: Rasoom, un taxista con un corazón con ruedas.

2 comentarios:

  1. Que frenética crónica llena de aventuras domésticas. Me ha gustado el post y parece que los problemas de visados ya son partes del pasado no?
    ahora vienen los problemas de dinero / banco. Cheques viajeros no puede ser la solución? Un abrazo, Angel y toda la merde del mundo!

    ResponderEliminar
  2. si fueras musulman podrias recoger tu dinero en cualquier mezquita o en casa de un enlace. Es un sistema simple que les funciona: un familiar tuyo da el dinero en España a un familiar de alguien próximo a ti en Irán y este te lo da a ti. No tengo ni idea de como puedes acceder a este sistema. Se llama Hawalla, (en árabe حوالة) (también conocido como hundi)

    Ahora soy Dr. Wikipedia (corta y pega)

    El sistema hawala es un canal informal de transferencia de fondos de un lugar a otro a través de proveedores de servicios conocidos como hawaladars. Por lo general la mayor parte de las transacciones son llevadas a cabo por trabajadores inmigrantes que viven en países desarrollados, el sistema puede utilizarse también para remitir fondos desde un país en desarrollo, aunque la finalidad de la transferencia sea diferente.

    El atractivo del hawala reside en los menores costos de operación, rapidez, poca documentación, más seguridad, y el hecho de que es menos burocrático que el sistema financiero formal. Por otra parte, las comisiones cobradas por los hawaladars (avalistas) son inferiores a los del sistema formal, muchas veces extraídas de los diferenciales producidos por el tipo de cambio. La agilidad del sistema viene impulsada por un mecanismo operativo sencillo: se dan instrucciones por teléfono, fax o e-mail a los corresponsales y los fondos son recibidos a domicilio en un plazo de 24 horas.

    ResponderEliminar